
Estos animalitos saben quién los quiere más, quién los alimenta y
atiende y de esa manera llegamos a ser los más altos en su cadena.
La fidelidad de tu mascota no tiene precio: te espera sentada en la
puerta de tu casa hasta que llegues y cuando lo haces, te mueve la cola y
corretea sin rumbo por la felicidad que siente, se sienta junto a tus
pies mientras ves tu película preferida, te sigue a donde vayas sin
importar que esté cansado, hambriento o sediento y hace cosas que ningún
otro ser vivo haría por ti.
¿Pero en qué se basan estos animalitos cuando eligen a alguien para darle toda su atención y cariño?
El veterinario Sergio Cuenca asegura que estos seres son tan o más
sensibles que cualquier persona con la diferencia de que como vienen en
camada o de un grupo bastante amplio, donde siempre hay un perro alfa
(un líder), lo consideran lo máximo y tienden a seguirlo y respetarlo.
Cuando estos animalitos se separan de su madre y hermanos (camada) y se
van a un hogar en el que no hay otros similares a él, éstos buscan a un
miembro de la familia para que sea su alfa. “En este caso, eligen a
quién mejor los trata, los alimenta, los pasea y juega con ellos”, dice
Mauricio Toledo de la veterinaria Canitos.
Cuenca, coincide con Toledo y agrega que estas mascotas reconocen a su
líder porque cuando siguen al lado de su madre o son callejeros y
caminan en grupo, siempre hay uno que los alimenta, los defiende o
muestra su liderazgo de alguna manera. “Lo mismo sucede con las personas
y los perros o gatos.Estos animalitos saben quién los quiere más, quién
los alimenta y atiende y de esa manera llegamos a ser los más altos en
su cadena”, insiste Cuenca.
Con todos estos antecedentes, estos compañeros llegan a tener
consideración con sus dueños o amos y lo demuestran con sus reacciones y
comportamiento. “Son pocos los animales que son agresivos con sus
dueños y cuando esto sucede es porque son ellos los que se consideran
los alfa”, dijo.
Ambos especialistas sugieren hacer que cuando las mascotas se recuesten
al jugar con ellas nos pongamos sobre ellos sin lastimarlos o hacer que
sientan nuestra mano en su pecho para que les quede claro quién es el
alfa.
Fuente: Sergio Cuenca y Mauricio Toledo (veterinarios)
No hay comentarios:
Publicar un comentario